HAZTE LA PEDICURA

Primero pondremos los pies en remojo durante unos minutos, hasta que notemos que se reblandecen.

A continuación podemos exfoliarlos con una mascarilla casera a base de aceite y azúcar o sal gorda. También podemos añadir el azúcar a nuestro gel de baño.

Para las durezas, las podemos recortar con una cuchilla de podólogo o simplemente limarlas o frotarlas con piedra pómez. Las diabéticas no deben usar las citadas cuchillas.

Retrasamos las cutículas con un palito de naranja y cortamos con mucho cuidado los pellejitos restantes.

Limamos o recortamos las uñas con cuidado, y pulimos la superficie de las mismas. Poned cuidado en no cortarlas demasiado y que no queden picos dentro de la carne, ya que podían creceros clavadas en los dedos.

Podemos echarnos ahora una crema hidratante, o alguna mascarilla a base de aceite y miel y dejar actuar unos minutos. Retirar, limpiar muy bien las uñas de restos.

Podemos ponernos una base transparente y pintarlas a continuación, dando dos capas de pintura. Intentad no poneros los zapatos en un buen rato.

Al igual que en las manos, queda muy bien el hacer algún dibujito en las uñas de los pies, como una florecita.